El festival más salvaje del planeta
Más de cuarenta grados, sin electricidad y con la ducha más cercana a cuarenta kilómetros. El Wasteland Weekend no es para ‘débiles’, pero miles de fanáticos de ‘Mad Max’ acuden cada año a este encuentro en el desierto de California para celebrar ‘el fin del mundo’. El Wasteland compite con el festival Burning Man, en Nevada, pero este es menos psicodélico. Aquí manda el rugido de los motores y se imponen las armaduras futuristas. “Todo me parece un circo. Empiezo a disfrutar. Si sigo, voy a acabar como cualquiera de ellos: loco perdido”. Han pasado 39 años desde que el agente de policía Max Rockatansky (Mel Gibson) sintiese el aroma de la venganza en Mad Max: salvajes de la autopista (1979), la primera de una feroz saga de cine posapocalíptico donde la crueldad, la escasez de gasolina, la anarquía y la destrucción en una tierra inhóspita no deja respiro. En el recinto, todo se hace de material reciclado, exigencia de su propio punto de partida. el