Ilse Koch: y sus macabras manualidades
" [...] Era una mujer muy hermosa de largos y rojos cabellos, pero con la suficiente sangre fría como para disparar a cualquier preso en cualquier momento. Tenía en mente fabricar una pequeña lámpara de piel humana, y un día en el ‘Appellplatz’ se nos ordenó a todos desnudarnos hasta la cintura. Los que tenían tatuajes interesantes fueron llevados ante ella, para escoger los que le gustaban. Esos presos murieron y con sus pieles se hicieron lámparas para ella. También utilizaron pulgares momificados como interruptores [...] " Declaración de Kurt Glass, preso jardinero de los Koch y testigo en los juicios de Dachau de 1947 Desollar prisioneros, reducir cabezas y azuzar perros hambrientos contra embarazadas fueron algunas de las rutinas de una de las protagonistas más perversas del genocidio nazi contra los judíos en la II Guerra Mundial. Hermosa y siniestra. Pelirroja de ojos verdes. Caprichosa y cruel. Al evocar su nombre el pensamiento se estremece. El campo de