¡Embriáguense!, de Charles Baudelaire
¡Embriáguense! , uno de los mejores poemas de Charles Baudelaire , no es un simple elogio de la borrachera, sino de la ebriedad en un sentido más amplio: una celebración de la vida, de los excesos, de las exageraciones, y en general de todas aquellas cosas que nos obligan a asumir un comportamiento que desafíe el paso del tiempo. ¡Embriáguense! Enivrez-vous!, Charles Baudelaire (1821-1867) Siempre hay que estar ebrio. Todo se resume a eso: ésta es la única cuestión. Para no sentir el horrible peso del Tiempo que nos quiebra las espaldas y nos hace doblar hacia la tierra, hay que embriagarse sin descanso. ¿De qué? De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca. Pero embriáguense. Y si, a veces, sobre los escalones de un palacio, sobre la verde hierba de una zanja, en la soledad huraña de su cuarto, con la ebriedad ya atenuada o desaparecida, ustedes se despiertan y le preguntan al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a