EL ESPÍRITU DOBLE, DOPPELGÄNGER




Doppelgänger ([ˈdɔpəlˌɡɛŋɐ] ) es el vocablo alemán para definir el doble fantasmagórico de una persona viva. La palabra proviene de doppel, que significa «doble» y gänger: «andante». Su forma más antigua, acuñada por el novelista Jean Paul en 1796, es Doppeltgänger, 'el que camina al lado'.​ El término se utiliza para designar a cualquier doble de una persona, comúnmente en referencia al «gemelo malvado» o al fenómeno de la bilocación.


El universo está lleno de misterios que desafían nuestro conocimiento actual. Recogemos historias sobre estos fenómenos extraños para estimular la imaginación y abrir previamente insospechadas posibilidades. ¿Son ciertas? Usted decide.




En la mitología y el folclore


En la mitología egipcia antigua, un ‘ka’ era un “espíritu doble” tangible que tiene los mismos recuerdos y sentimientos como la persona a quien pertenece la contraparte. En un mito egipcio titulado La princesa griega, una visión egipcia de la guerra de Troya, se utilizó un ka de Helen para engañar a Paris de Troya, lo que ayuda a detener la guerra.

El Folclore nórdico describe entidades conocidas como vardøger, los seres fantasmales que precedieron a sus homólogos de vida, tomando sus lugares en las diversas actividades y la realización de sus acciones con antelación. El espíritu con huellas del sujeto, la voz, el olor o la apariencia y el comportamiento general de quienes los preceden en un lugar o actividad, dando lugar a la creencia de los testigos que han visto u oído a la persona real antes de que la persona llega físicamente. Esto tiene una sutil diferencia de un doppelgänger, con una connotación menos siniestra.

La gente de las Islas Orcadas en Escocia temía a pequeños animales, como de cuento, llamado “trows”. Según la leyenda, los trows darían a luz a niños que eran propensos a ser enfermizos. Las mujeres embarazadas eran cuidadosamente vigiladas de las trows, que a menudo robaban bebés humanos sanos y los reemplazaban con sus propios hijos, conocidos como “cambiantes”, que luego se transformarían en réplicas exactas de los niños robados.

Muchos mitos de la creación de nativos americanos asimismo prevén el papel de los gemelos dualistas. Las leyendas Hopi se refieren a los gemelos que fueron llamados el Hijo del Sol e Hija del Agua. Los Hopi también creen en la dualidad entre el Mundo Superior y el inframundo: que todo lo que está sucediendo aquí en el Mundo Superior, está ocurriendo lo contrario en el inframundo.

En las leyendas nórdicas y germánicas, ver el propio Doppelgänger es un augurio de muerte.
​ Un Doppelgänger visto por amigos o parientes de una persona puede a veces traer mala suerte, ser un mal augurio o una indicación de una enfermedad o un problema de salud inminentes. Según escribió el dramaturgo sueco Strindberg: «El que ve a su doble es que va a morir».

Mario Praz conecta con la figura del Doble otras populares en el folclore, como el Hombre Lobo o la muchacha hermosa que oculta en su interior una serpiente o demonio (Lamia). Claude Lecouteux explora estas y otras conexiones (hadas, brujas, hombres lobo) en su libro sobre la figura del Doble en la Edad Media.





En la literatura


En la literatura anterior al romanticismo el tema del Doble aparece prefigurado en el tema del sosias o de los gemelos, utilizado para lograr un efecto cómico en obras como las comedias sobre Anfitrión de Plauto o Molière o La comedia de las equivocaciones de Shakespeare. También aparece en la mitología: Zeus toma la apariencia de Anfitrión para unirse a Alcmena, y otro tanto hace Uther Pendragon, convirtiéndose en un doble del marido de Igraine para yacer con ésta.





El romanticismo se interesa por el fenómeno del doble como materialización del lado oscuro y misterioso del ser humano (lo que Jung llamará “la sombra
). Mario Praz sugiere que cuando el público llama Frankenstein a la criatura del doctor Frankenstein no está tan equivocado como parece, pues el monstruo es de algún modo un desdoblamiento de su creador.​ 



En Los elixires del diablo, de E. T. A. HoffmannMedardo, el protagonista, sufre la persecución de un Doble que en ocasiones es corpóreo, pero otras veces parece una parte escindida de la psique del propio Medardo. Es probable que en su estudio de la literatura psiquiátrica de la época (o en sus visitas a manicomios) Hoffmann topara con casos que hoy se catalogarían como esquizofrenia. Su propio estado mental llegó a ser muy confuso durante la redacción de la primera parte de la obra, que tuvo para él un efecto terapéutico.


Robert Louis Stevenson toma de Hoffmann el tema de un bebedizo o pócima (los elixires del diablo en la obra del alemán) que convierte a quien la toma en una versión maligna de sí mismo en El Dr. Jekyll y Mr. Hyde.



Representación del Doppelgänger en
El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde


Fiodor Dostoievski, por su parte, aborda en su obra El Doble el desdoblamiento de la personalidad desde un punto de vista que ya podemos definir como psicológico, adentrándose en las oscuridades del pensamiento humano.




Hans Christian Andersen propone una versión alegórica del Doble en su relato La sombra: un sabio delega en su sombra ciertas responsabilidades, cada vez mayores; finalmente, se trocan las tornas y la sombra usurpa la personalidad de su antiguo amo. El relato de Poe «William Wilson» tiene la originalidad de que en él el Doble no encarna las tendencias malignas del protagonista, sino la voz de su conciencia. En Rayuela, novela del escritor argentino Julio Cortázar, el protagonista llama irónicamente a un personaje su Doppelgänger debido a una curiosa simetría que se establece entre ellos en varios aspectos de su vida. El primer capítulo de la novela Cicatrices, del escritor argentino Juan José Saer, se cierra cuando uno de los protagonistas se cruza (mientras anda por la calle) con un desconocido que es prácticamente idéntico a él y comienza a perseguirlo.





En la novela El hombre duplicado de José Saramago el protagonista Tertuliano Máximo Afonso descubre a los 38 años que en su ciudad vive un individuo exactamente igual a él al que no le une ningún vínculo de sangre. En el relato El vizconde demediado, de Italo Calvino, el protagonista se divide en dos debido a una bala de cañón; ambas partes sobreviven de forma independiente y sólo al final tras una lucha entre ambas consiguen unirlas y coserlas para formar el hombre completo.

En el cuento Doblaje de Julio Ramón Riveyro, el protagonista se obsesiona por la idea de conocer a su doble, el ser que es igual a uno y que se encuentra en las antípodas. También se observa el tema del doble en la literatura infantil y juvenil contemporánea. Un ejemplo de ello es el cuento "El hada que quería ser niña" (Tres cuentos de hadas, Siruela, 2003) del escritor español Gustavo Martín Garzo.


Cine

El film Psycho, del gran Alfred Hitchcock, también presenta un caso ficticio del fenómeno y la lista es mucho más extensa. Por ello, los doppelgängers ocupan un lugar especial en las artes y las ficciones.

Filosofia

Por otra parte, este peculiar suceso está fuertemente relacionado con el de la llamada “bilocación”, un extraño fenómeno mencionado tanto en numerosas corrientes filosóficas y misticistas, como en supuestos teóricos de la física cuántica y mecánica. La bilocación o multilocación se menciona como la aparición de un mismo individuo o un objeto en dos o más lugares y tiempos diferentes en un mismo instante.



Robert Graves mencionan casos en los cuales altos clérigos tibetanos "aparecieron, al igual que algunos de los santos, en diferentes lugares al mismo tiempo". El Dzogchen es practicado regularmente por los monjes de la escuela del budismo tibetano llamada Vajrayana, o "Vehículo de diamante". Según la tradición Vajrayana, Dzogchen es la transferencia de la conciencia de lo mundano a un mundo postexistencial de manera lúcida. Esta meditación se realiza con la intención de alcanzar un estado superior de conciencia y romper el ciclo de las transmigraciones.



Sinonimos

Doble, doble astral, cuerpo de diseño, cuerpo modelo, cuerpo de proyección, cuerpo electro-magnético, cuerpo fantasma, sombra, eidolon (griego).


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